Es bueno que tengas sueños y que te fijes metas en tu vida pero es malo cuando esos sueños y metas se transforman en una obsesión que en vez de beneficiar tu vida la perjudican.
Tal es el caso de la cantante de rap Nicki Minaj que siempre soñó con ser una estrella y al ver que quizá no lo lograría prefería terminar con su vida que hacer otra cosa.
Durante una reciente entrevista para la revista Cosmo ella dijo, "Se me cerraba una puerta tras otra. Sentía que nada estaba funcionando. Me había ido de mi casa y pensé que tendría que regresar. Era un callejón sin salida tras otro. En un momento pensé '¿Qué pasaría si ya nunca despertara? Así es como me sentía. Como si debiera quitarme la vida. Le rezaba a Dios que me hiciera famosa para que pudiera comprarle a mi mamá una enorme casa."
Debemos comprender que Nicki viene de una familia pobre y sufrió mucho por tener un padre abusivo que constantemente golpeaba a su madre. Afortunadamente su sueño se hizo realidad y ella ahora se encuentra en un mejor lugar.
Pero aún así esa no es una buena excusa para tener ese tipo de pensamientos. La verdad no creo que exista alguna. Hay personas con cáncer que sólo piden un día más con su familia. Niños alrededor del mundo con hambre luchando por su vida día tras día. Querer morirse por no ser una estrella es algo muy tonto en mi opinión.
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